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Frenadas de emergencia
24.07.2009 Consejos de Manejo
 Frenadas de emergencia  Frenadas de emergencia  Frenadas de emergencia



EL PROBLEMA


¿Qué hacer ante la situación de la foto ? Desde luego, está claro que tenemos la prioridad, el coche debe ¡por supuesto! cedernos el paso. Pero somos los débiles. Dada nuestra obvia vulnerabilidad, ante la incertidumbre de si «me ha visto o no me ha visto» o, lo más importante, de si «saldrá o no saldrá», debes pensar y actuar siempre que los vehículos contrarios, en realidad... «¡van a por ti!», y estar pensando siempre cómo improvisar, antes de que se produzca, una frenada de emergencia.

En el caso presentado en esta secuencia, se ha representado por razones logísticas un incidente en una carretera de montaña, a velocidades más bien bajas. Sin embargo, como bien reconoce la DGT en sus spots dedicados a la moto, el caso típico de colisión entre coche y moto es la incorporación de un automóvil en un cruce o de otra vía secundaria... a velocidades relativamente altas que nos causan accidentes muy graves. Y aunque sea cierto que a menudo «no nos han visto», debemos ser conscientes también de que está demostrado que el pequeño tamaño frontal de una moto reduce la percepción visual de la velocidad real de nuestras motos por parte de los vehículos contrarios. Nos ven, pero «creen que estamos aún muy lejos»... Practica, pues, la conducción defensiva. Si ves cómo el coche se acerca al cruce, e incluso parece detenerse, prevé que pueda malinterpretar tu posición y decida incorporarse igualmente.

En nuestro caso, el motociclista no iba mirando lejos, no ha previsto encontrarse de golpe con un coche en su trazada y no ha previsto una maniobra de evasión. Al contrario. Al darse cuenta de que no hay espacio material para frenar, y que en una frenada normal no conseguirá evitar el choque, se ha quedado paralizado por el pánico, y ha «mirado al coche» en lugar de la vía de posible escape. Ya se sabe que «la moto sigue la mirada» del conductor. Inevitablemente, pues, su maniobra le ha dirigido hacia el obstáculo: el motociclista ha bloqueado las ruedas y, lamentablemente, ha tomado la opción inadecuada...

LA SOLUCIÓN


Al llevar la mirada lejos, afortunadamente nos hemos dado cuenta con mucha antelación de la presencia de un posible obstáculo. En lugar de confiar en su conductor, hemos reducido previamente la velocidad pensando en que el del coche «es siempre capaz de salir». Además, como lo hemos visto «pronto», estamos lo antes posible en condiciones de decidir en décimas de segundo por donde vamos a escapar: a veces es mejor salirse de la vía «por detrás» del coche y dejarlo pasar...

Aprovechamos que la trazada en la curva nos deja margen –hemos llegado a ella con la frenada hecha, no hemos entrado demasiado pronto ni demasiado inclinados- como hemos visto en capítulos anteriores. Frenamos al máximo de las posibilidades de agarre de los neumáticos, utilizando los mandos de ambas ruedas, para soltar frenos en el último momento en aras de recuperar direccionalidad en la moto.

En última instancia, es posible mantener el control sobre la trayectoria de la moto aún con la rueda posterior bloqueada -incluso ganando capacidad de giro- a base de un adecuado golpe de riñones –estilo supermotard: frenas duro de delante, y descargas el tren trasero controlando el bloqueo con el pedal- aunque ello requiere cierta experiencia: en este caso, ¡la moto debe derrapar justo en la dirección contraria a la secuencia anterior!...

CUESTIÓN DE PRÁCTICA


Esquiva: Dirígete a un polígono y practica progresivamente frenadas de esquiva o de emergencia acompañadas de giros. Marca un punto de referencia en el suelo, y practica las maniobras a velocidades cada vez más significativas.


Giros: En realidad, una moto no toma las curvas "girando" el manillar, sino presionando sobre los puños y las estriberas. En recta, presiona ligeramente con la mano plana sobre el puño derecho... y verás cómo la moto, en lugar de girar hacia la izquierda, "cae" hacia la derecha. Independientemente, fíjate cómo la moto gira hacia cada lado gracias a la simple presión de los pies sobre las estriberas... o cargando el peso sobre el interior de los muslos, "descolgando" el cuerpo como hacen los pilotos. Combina ambas maniobras a velocidades medias –sobre 90 por hora- en sitio despejado para entender cómo puedes dirigir óptimamente la moto.

Obstáculo: En el punto referenciado anterior, practica frenar al límite del bloqueo del freno delantero, acercándote a él lo más posible, para soltar en el último momento los frenos, aplicar la presión citada sobre el manillar y estriberas, hacerla cambiar de dirección en esquiva, y volver a la trayectoria anterior..

¿Que consejo nos darías vos?
Fuente: motociclismo.es
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