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Conducción en agua
15.02.2012 Consejos de Manejo
Conducción en agua Conducción en agua Conducción en agua Conducción en agua


Siempre es bueno, en agua contar mucho con el freno trasero: probando a bloquear esa rueda sabremos realmente cómo está el agarre, y verás que muchas veces te llevarás una buena sorpresa ya que suele ser mejor de lo que crees. O, al contrario, cuando veas que estás pisando uno de esos asfaltos viejos y pulidísimos, que con agua dan miedo al más valiente, antes de tener un problema, mejor prueba cuánto patina tocando el freno trasero.

Una vez sepas cómo está el agarre gracias a tu rueda trasera, podrás tantear el freno delantero. En general siempre es bueno empezar las frenadas así en mojado, con un tanteo detrás, que también sirve para comenzar a comprimir la suspensión delantera, y luego ya aplicando fuerza en la maneta derecha, como recordarás en «dos tiempos» (más marcados en agua) para primero conseguir apoyo sobre la rueda, y luego ya aplicar fuerza de frenada, en función del agarre. Ahí es donde las pruebas, el conocer tú mismo tu moto, ayuda más que eso: es imprescindible.

Eso sí, hay que reconocer que eso es en una situación controlada y con mucho riesgo de bloqueo de rueda y pérdida de control: de nuevo y como ya vimos en seco, pero obviamente en mojado con mucho más motivo, contar con ABS en los frenos es vital para nuestra seguridad y, hasta que llegue el cada día menos lejano día en que todas las motos lo tengan de serie (en los coches es así hace mucho), es algo que debes tener muy en cuenta cuando compres tu próxima moto.

En mojado ni el piloto más experto en situación controlada (en caso de susto no hay punto de comparación) es capaz de mejorar a un buen ABS.

Suave

Para conducir seguro en agua, incluso para pilotar rápido en agua, hay que ser especialmente suave. Cualquier movimiento brusco llevará enseguida al límite de agarre a los neumáticos, y si se supera ese límite eso sucede de forma también brusca y poco controlable.

Usar una marcha más de lo habitual es otra buena forma de «comprar» suavidad en las aceleraciones, y cuidado con los scooter grandes pues sus embragues automáticos están pensados para entrar en acción sobre seco, y abrir gas con ganas puede darte alguna sorpresa inesperada en un vehículo supuestamente tranquilo.

Especialmente suave debes ser en carretera, a la hora de pasar por las «trampas» que te irás encontrando. Algunas de ellas pasan desapercibidas en seco, o apenas aprecias su efecto al pisarlas, pero en mojado verás cómo se dispara tu adrenalina. Cualquier tapa metálica, aparentemente inofensiva en seco, es «hielo» con agua.

Pero especial cuidado hay que tener con las líneas que nos siguen en nuestra trayectoria: las blancas, por supuesto, pero muchísimo cuidado con «las negras» también: el alquitrán que se usa «tal cual» para tapar antiguas señales, o grietas en el asfalto, o uniones. Písalo y sabrás de qué hablo.

Hazlo con cuidado y evita pasar por encima suyo si no vas totalmente recto, o si vas a tener que frenar, y hazlo de la forma más oblicua (perpendicular o con ángulo, no casi paralelo). En general, si ves una zona deslizante delante de ti, lo mejor es dejar correr la moto sin más, sin frenar, sin acelerar, y sin girar, hasta superarla. A

sí incluso sobre hielo (y el asfalto regado con gasóleo y bajo la lluvia no patina menos) podrías mantenerte en pie. Y cuando tengas agarre otra vez, rectifica o actúa como debas para seguir.

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Fuente: Motociclismo.es
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