Comparativa Enduro KTM 2011
Dice mucho a vacor de una marca como KTM, que hace una década estaba aún tratando de hacerse un hueco en el mercado off-road, el hecho de que en plena crisis siga tomándose como una prioridad el trabajo de sorprendernos con nuevas motos con las que olvidarnos al menos mientras montamos de la insufrible y estresante situación que nos toca vivir.
Y lo mejor de todo es que esta particular huida hacia delante de la marca austriaca, no es a lo loco sino programada (la habitual renovación de las enduro, basada en las mejoras introducidas antes en las SX) y ataca tres frentes fundamentales: la lucha contra el peso, la búsqueda de motores más utilizables por el mayor espectro de usuarios posible y todo ello envuelto en un «paquete» visualmente atractivo y diferenciado del resto. Un gran reto, pero lo cierto es que, como hemos podido comprobar, las KTM de la crisis son las mejores de la historia. Mérito tiene.
Mayorías y minorías
En esta ocasión, y dado que parece haber una tendencia a volver al 2T por parte de los aficionados al enduro, o al menos un cierto enfriamiento respecto a las 4T (aunque no negaré que estamos deseando probar la 350 EXC-F), hemos decidido probar la nueva generación de enduro naranja personifi cada en la que en circunstancias normales sería una moto de mayorías, la 250 EXC. Y como con ella ya teníamos una moto, como digo, de mayorías, decidimos acompañarla de un modelo que levanta tremendas pasiones entre los pocos que la entienden, la 200 EXC.
Dos motos que si bien a veces cuesta distinguir por sus múltiples semejanzas a simple vista, son, como trataremos de explicarte, bien distintas y orientadas a usuarios diferentes. Como punto de partida, hay que hablar de lo que cambia en ellas, aunque terminaríamos antes hablando de lo que no lo hace. Sí, porque las 2012 estrenan: chasis y basculante basados en las SX 2011, amortiguador (aunque siguen fieles al PDS), llantas, depósito, interior de horquilla y retenes (por el color podrían ser los SKF con teflón, que reducen la fricción), y unos nuevos plásticos que no solo mejoran la imagen, sino también la funcionalidad (muy buenas asas traseras y trampilla de acceso al filtro ejemplar) y la ergonomía. Con todo, ambas pesan casi 1 kg menos según nuestras mediciones.
Depende de tu estilo
A grandes rasgos, en la que más se aprecian los cambios es en la 250, que continúa su evolución hacia una moto más utilizable sea cual sea tu estilo, uso y nivel, mientras que la 200 sigue fiel a su filosofía de moto algo más complicada pero también más excitante cuando consigues sacarle el potencial que tiene.
Pero esto tiene más que ver con el carácter del motor que con la parte ciclo, ya que en ambas la ganancia en lo que a ligereza y a tacto de suspensiones se refiere es similar y digna de destacar. Ganarle 1 kilo a la báscula no es nada sencillo y KTM lo ha logrado, aunque a costa de perder algo de autonomía ya que los nuevos depósitos son alrededor de medio litro menores. Una desventaja que tiene su remedio en el catálogo de accesorios originales.
KTM 200 EXC
El modelo intermedio entre la 125 y la 250 cambia poco en lo que a espíritu racing se refiere. Con ella, debes estar más atento a la llegada de potencia, sobre todo ahora que apenas hay tracción por lo seco del terreno. Sin embargo, cuando encuentras buen agarre y un terreno propicio como el bosque con senda retorcida que formó parte de la sesión de fotos su ligereza y rabia salen a relucir.
Si eres capaz de hacerla fluir, te sorprenderá gratamente. A diferencia de la 250, esta moto te reta continuamente, pero cuando consigues hacer con ella algo en condiciones, la sensación de «subidón» es mucho mayor. El límite de los 100 kg llena está ahí cerca, y en ocasiones te parece estar montando en una bici de descenso por la agilidad que es capaz de proporcionarte.
Este año, KTM ha decidido acortarle el desarrollo de forma notable, lo que acentúa su afán «revolucionario» y quizá por ello, una mayor tendencia a aligerarse de delante, no tanto como en generaciones pasadas, pero sí de forma claramente más acusada que en la 250, que es toda una madre, más versátil y menos desafiante que ésta. Pero también menos excitante.
KTM 250 EXC
La moto del año pasado ya nos gustó mucho, pero ésta lo ha hecho mucho más. Los retoques en su motor hacen que mejore notablemente tanto por debajo de las 4.000 vueltas como por encima de las 7.000, con una finura que incluso lo hace indicado para pasear. Ahora hay más zona útil, el motor de arranque funciona siempre sin ningún tipo de tacha y encima la ganancia en ligereza se nota.
Destaca el comportamiento de la horquilla, más sensible en su primer tramo como pudimos comprobar sobre piedra de lecho de río, donde la moto sigue ahora mejor la trazada elegida, filtrando los pedruscos. Mucho más eficaz. Ergonómicamente, no hay nada que interfiera en tus movimientos y el asiento ofrece buen confort e información de la rueda trasera. Atrás, el nuevo basculante y el amortiguador más largo se valen además de la mejor entrega del motor para ofrecer una tracción excelente incluso sobre el terreno seco del verano. Uno de sus puntos fuertes.
Destaca también la nueva relación de cambio, con escalonado practicamente perfecto y una alta velocidad punta.
Fuente: Motociclismo.es
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