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Prueba Guzzi Norgue 1200 GT 8V ABS
21.07.2011 Pruebas
Prueba Guzzi Norgue 1200 GT 8V ABS Prueba Guzzi Norgue 1200 GT 8V ABS Prueba Guzzi Norgue 1200 GT 8V ABS Prueba Guzzi Norgue 1200 GT 8V ABS


Se ha hecho de rogar, pero por fin y ha llegado la última evolución de la GranTurismo fabricada por la mítica marca de Mandello di Lario. La nueva Norge se ha actualizado de una forma muy interesante este año. Ha mejorado ligeramente en aspectos como la protección, el equipamiento y el aislamiento térmico, pero la novedad más interesante es que incorpora el motor más «gordo» de los que fabrica Moto Guzzi.

Cuando digo «gordo» no me refiero a que su cilindrada haya aumentado (se mantienen los 1.151 cc de la versión anterior), sino que se trata de la última evolución del bicilíndrico en V a 90º con cigüeñal longitudinal, que incorpora las modernas culatas «Quattrovalvole» con un único árbol de levas en cabeza (el mismo que montan también las Griso y Stelvio). Este propulsor, además de ser el responsable de que la denominación de esta Norge incorpore las siglas «8V», también es el causante de que el rendimiento haya aumentado un ¡20 por ciento!

Y es que si echamos la vista atrás y comparamos los datos que arrojó la anterior Norge con respecto a la que tienes ante tus ojos al pasar por nuestro banco de potencia (allá por 2007), comprobamos que la nueva se aproxima a
los 100 CV, por los 80 CV que rindió la versión anterior.Este mayor empuje hace que la única GT italiana se mueva con mucha más viveza, y que incluso se sienta más ágil y ligera a pesar de haber ganado unos «kilitos» debido a su mayor equipamiento.

Además de las mencionadas culatas multiválvulas, sin duda algo más pesadas, también incluye un electroventilador para mejorar la refrigeración del radiador del aceite (que expulsa el aire hacia abajo), unas tapas sobre las propias culatas para proteger nuestras rodillas y una pantalla frontal de regulación eléctrica (antes manual), además de puños calefactables y ABS de serie. Por otro lado, incluye un nuevo escape de gruesos colectores y un silenciador más liviano que el de su antecesora, sistema que a buen seguro ha contribuido al aumento de potencia mencionado anteriormente. También los discos de freno delanteros cambian de suministrador.

Ahora proceden de la firma Braking en lugar de Brembo, un cambio que probablemente atenderá a intereses económicos, aunque los nuevos elementos cumplen más que sobradamente con su misión.

Mucho empuje

La nueva Norge nos ha sorprenddido gratamente a todos los integrantes de la redacción que la hemos probado. Todos hemos coincidido en que el motor tiene un funcionamiento muy logrado a pesar de sus particularidades. Cuando estás detenido en un semáforo o al acelerar en vacío, la verdad es que las palpitaciones del gran bicilíndrico y la disposición longitudinal de su cigüeñal son claramente perceptibles. Tampoco pasa inadvertido su particular y auténtico sonido.

Luego, una vez que echas andar, las reacciones se van suavizando y llama la atención la constancia en cuanto a empuje. No notas ni una sola inflexión e incluso percibes una «patadita» entre 5.000 y 6.000 rpm que incita a mantener regímenes cercanos a esa zona. Quizá a alto regimen, cuando la aguja del cuentarrevoluciones se aproxima a las 8.000 rpm, sí es verdad que se aprecian ciertas vibraciones y escuchas claramente el rumor de su mecánica, pero tampoco es un motor que te pida mantenerlo en ese rango de revoluciones elevado.

El tacto del embrague y del acelerador son agradables, y el cambio sorprende por su fácil accionamiento. Bien es verdad que las operaciones de cambio, especialmente las reducciones, están siempre acompañadas de un característico «clonk», pero este sonido procede más del grupo trasero del cardan, que de la propia caja de cambios. Lo suyo es, como en la mayoría de las motos, bajar marchas haciendo «doble embrague» para minimizar las reacciones.

Por otro lado, el desarrollo final no es muy largo (menos de 220 km/h), por lo que la relación es muy cerrada entre marchas, y aunque ello nos obliga a utilizar el cambio con continuidad, también es verdad que supone que la conducción de esta italiana sea alegre y entretenida.

Compacta

Como ya he comentado, a pesar de ser una moto grande, tampoco lo es en exceso. Sus formas contenidas y compactas crean un conjunto armónico y equilibrado. Por ejemplo, las maletas quedan bien acopladas y no sobresalen en exceso. Además, están suficientemente atrasadas como para no molestar al pasajero y cada una de ellas tiene la capacidad sufi ciente para alojar un casco integral y alguna cosa más.

La forma de hacer turismo con la Norge se diferencia un tanto de lo que podemo considerar como la norma. Aunque llevas las piernas un poco más flexionadas que en otras motos de su segmento y es un poco menos espaciosa debido a sus menores dimensiones, la verdad es que la ergonomía se puede considerar como acertada. Te permite recorrer kilómetros sin descanso, solo haciendo las paradas obligadas por los repostajes, pero que se pueden retrasar más de 300 km debido a unos consumos contenidos y a una buena autonomía.

En cuanto a la protección aerodinámica no se puede argumentar nada en contra. El frontal del carenado cuenta con unas ampliaciones laterales que protegen bien la zona de las manos y las piernas van bien guarecidas en los espacios preparados para ellas. La pantalla, sin contar con un área excesiva, bien es verdad que está bien resuelta y resgurada bien la parte superior de nuestro cuerpo. Además, permite ser regulada en altura, aunque la verdad es que la diferencia existente entre la posición más baja y la más alta no es excesiva. En cuanto al asiento, sin duda, está muy bien resuelto en sus dos plazas e incluso las asas para el pasajero están bien diseñadas y cumplen perfectamente con su misión.

Dinámica

A sus mandos, las sensaciones que transmite son ciertamente deportivas. Su tren delantero, sin granes alardes en cuanto a componentes, consigue un funcionamiento sorprendente y no provoca apenas oscilaciones

teniendo en cuenta que tiene que sujetar un conjunto que pesa casi 290 kg con gasolina.

La horquilla cuenta con un tarado resistente y en apoyos fuertes transmite seguridad, permitiéndonos explotar sin problemas las posibilidades del equipo de frenos delantero, que cuenta con un ABS de pulsos un tanto perceptibles. La amortiguación trasera no cumple tan bien como la delantera. Sobre asfaltos en buen estado se comporta bien, pero a la hora de superar baches o firmes irregulares, es un tanto seca de reacciones y te pide aflojar un poco el ritmo.

No hay duda que nos encontramos ante una moto un tanto particular por funcionamiento, sonido y planteamientos, pero la verdad es que es muy razonable y cumple mejor de lo esperado en prácticamente todos los ambientes asfálticos. La nueva Norge no defrauda y además aporta un toque de distinción innato. Esta claro que no se trata, ni se va a tratar nunca, de una moto vulgar.

Fuente: Motociclismo.es
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