Los miembros de la expedición alcanzaron la cima a pesar de vientos de hasta 70 km/h y una sensación térmica de -35ºC. En unas condiciones climatológicas totalmente adversas, la expedición partió a las 4:00 horas del refugio de Gouter para salvar los 1.000 metros que les separaban de la cima. Alcanzaron la cumbre tras cuatro horas y media de ascensión, y esta noche ya estarán en Chamonix, para regresar mañana a casa.

La ascensión, preparada por Jesús Calleja, contaba con tres días de margen para hacer cumbre, pero la llegada a la zona de un frente de origen polar llevó a la expedición a adelantar al máximo su tentativa ante la amenaza de un empeoramiento de las condiciones. La expedición salió del refugio de Gouter, a 3.817 metros de altitud, donde habían pasado noche. Tras una breve parada en el inhóspito refugio de emergencia de Vallot de camino a la cumbre, atacaron la cima.

El grupo ascendió encordado pasando por cornisas estrechas, de unos 40 cm de ancho, con abismos a ambos lados y el viento helado cargado de trozos de hielo golpeándoles con fuerza. El ataque a la cima se ha hecho en tres cordadas, con Jesús Calleja en cabeza acompañado por Héctor Barberá y Dani Pedrosa. Enrique Calleja, hermano de Jesús, cerraba el paso. Marc Coma ha ido en otra cordada con Emilio Valdés, el cámara de Desafío Extremo. El tercer grupo de ascenso estaba formada por los expedicionarios Adolfo López, Jesús López y David Martínez Pato.

La expedición alcanzó la cima en dos grupos. El primero hizo cumbre a las 8:30 horas, formado por los pilotos Dani Pedrosa, Marc Coma y Héctor Barberá, el propio Jesús Calleja, su hermano Enrique, y el cámara Emilio Valdés. Quince minutos después, llegó a la cima el resto de la expedición, compuesta por Jesús López, Arturo López y David Martínez Pato.

En la noche en la que han alcanzado la cima del Mont Blanc, de 4.810 metros de altitud, solo el 25% de las 74 personas que intentaron la cumbre consiguieron llegar, todas ellas montañeros expertos excepto los tres motoristas que han seguido adelante a pesar de las duras condiciones climatológicas y de ser su primera gran montaña.

Fue un ascenso muy complicado por las difíciles condiciones meteorológicas, porque los pilotos, reconvertidos a montañeros, tuvieron que hacer frente a rachas de viento que alcanzaron los 70 km/h y una sensación térmica de 35ºC bajo cero. En particular, Dani Pedrosa y Héctor Barberá tuvieron bastantes problemas por el frío, ambos con pérdida de sensibilidad en manos y pies. Marc Coma, aunque también lo pasó mal, no sufrió tanto como sus compañeros.

Tras llegar a la cima, la bajada duró otras dos horas hasta Gouter, donde descansaron una hora antes de enfrentarse a la garganta conocida como "el barranco de la muerte", un descenso en el que se corre gran peligro de avalancha de piedras para bajar hasta el refugio de Tête Rousse, a 3.167 metros, donde han pasado la noche. La expedición ha regresado a Chamonix.

Al acabar la aventura, Dani Pedrosa dijo: “Era una experiencia que me apetecía mucho hacer desde el momento en el que Jesús me lo propuso, y la verdad es que todo ha ido realmente bien. Hemos ido integrados en un grupo muy experimentado que nos ha aislado totalmente de cualquier riesgo, y la verdad es que nos lo han dejado casi mascado. Nos teníamos que limitar a poner un pie tras otro, y con el gran ambiente que ha habido lo hemos pasado genial. El tiempo ha sido bastante malo; allí arriba hemos pasado mucho frío, pero todo el sufrimiento se compensa con las risas que ha habido en todo momento. El ambiente ha sido increíble, y nos hemos estado riendo mucho, y la comunicación ha sido muy buena. Incluso con el mal tiempo, la expedición ha sido un éxito y estoy contento porque no he tenido ningún problema. A mí en particular me ha venido muy bien, porque físicamente el trabajo ha sido muy bueno. Estar varios días en altitud me ha ayudado mucho, me he acoplado muy bien a la altitud, y ha sido una experiencia muy bonita, con un ambiente genial.”

Por su parte, Héctor Barberá aseguró: “Ha sido increíble, es una experiencia inolvidable, cuando se acercaba el dia de cumplir el desafío, pensé muchas veces ! donde me he metido! no tengo experiencia en montaña y pensé en mi compañía de seguros MMT... por si ...jeje, la verdad una vez cumplido este reto no me arrepiento en absoluto, han sido días de frio, cansancio y mucha dureza, pero la experiencia repito ha sido “ acojonante” , los paisajes, sensación de altura, ver cantidad de gente escalando con las linternitas, y sobre todo el compañerismo en la montaña. El grupo es maravilloso empezando por Jesús y todo su equipo que nos han cuidado como papas y acabando con Dani y Marc que nos hemos conocido aquí y l o he pasado con ellos de maravilla, vaya risas son la pera de buena gente. No os cuento mas y ahora espero que Jesús no me falle y venga al desafio que le he propuesto de probar mi Aprilia 250 con mi equipo al completo! Ya os contare, espero que no os perdáis este programa seguro que lo pasaremos muy bien. No me queda mas que agradecer a todos los que han hecho posible este desafío”.

Marc Coma, más acostumbrado a la aventura y a las bajas temperaturas que los otros dos pilotos, dijo:“Ha ido muy bien. Ha sido una experiencia muy divertida, porque Jesús ha reunido un grupo en el que todos lo hemos pasado genial y las risas han sido una constante en todo momento. En cuanto a la experiencia en sí de subir, ha sido más complicada de lo que me esperaba, porque aunque yo ya había hecho antes escalada, nunca en alta montaña, y lo he disfrutado mucho. Al final ha habido incluso una zona más técnica, con nieve además del mal tiempo, pero ha sido muy importante haber ido acompañados por gente con toda la experiencia de Jesús y su equipo de Desafío Extremo. Ha valido mucho la pena, y con Dani y Héctor hemos tenido muy buen rollo en todo momento. Ha habido mucho compañerismo y la verdad es que todos lo hemos pasado muy bien desde el principio hasta el final.”