Es un proyecto de esos que se hace esperar. Hace ya algún tiempo que el “tres ruedas con techo” de Adiva se lleva paseando por todos los salones importantes europeos, pero en el Salón de la moto de París, celebrado estos días atrás, por fin se ha presentado en su versión definitiva, con fecha de comercialización y precios.

Al final, en versión definitiva, el AD3: empleará el motor Kymco 300, el mismo que se monta en el SuperDink, K-XCT e incluso en el nuevo Kawasaki J300. Un motor que ronda los 30Cv (dependiendo de la verrón, entre 28 y 32CV) y que en el Adiva será empleado por primera vez en un vehículo para ser conducido con carnet de coche.

Un sistema nuevo de tren delantero, distinto a los conocidos en Piaggio, Peugeot o Quadro, que emplea suspensiones independientes en ambas ruedas del tren delantero. Por supuesto, y como obliga la ley, lleva un sistema de frenada integral con pedal al suelo, requisito obligatorio para ser homologado para carnet B.

Pero si algo le otorga una mayor originalidad es el uso de un techo que se puede poner o quitar. Es algo consustancial a Adiva y todos los scooters de su gama lo llevan. No es parte estructural o de seguridad del scooter, como era el BMW C1, por lo que es obligatorio el uso de casco con el AD3. Sin embargo tiene la ventaja de ser una protección eficaz contra las inclemencias del tiempo en invierno mientras que en verano se puede llevar quitado. Será, en definitiva, el “cabrio” de los scooters de tres ruedas.